jueves, 24 de septiembre de 2009

LUDOPATAS

Gioconda León Puppio
C.I.V- 3843065
Puppiol@hotmail.com





Saludos, espero que mis queridos lectores no la hayan pasado tan mal este fin de semana. Hoy les quiero hablar de los LUDOPATAS, hablando en criollo, de los adictos al juego. Tuve oportunidad de analizar el comportamiento de los amantes del juego, especialmente de los amantes de las máquinas para jugar en los casinos. Como cosa curiosa descubro que la adicción por el juego o quizás el amor por el dinero es mas fuerte que el deseo de preservar la vida, así como se los digo fue. En la sala de juego donde yo estaba este fin de semana sucedió lo que nunca me hubiese podido imaginar. Había yo recién llegado al casino, en seguida me apoderé de una de mis máquinas favoritas y comienzo a mover mis dedos, de repente, me detengo, un ruido raro y el movimiento del piso bajo mis pies me paralizó del miedo, miro al jugador que tengo mas cerca, un señor de unos 50 años, pelo canoso, seguramente un adicto al juego como yo, le digo … esta temblando, que hacemos… el señor me miró y me dijo Señora mejor cállese… luego me dijo que mala suerte la mía, justo cuando me estaba recuperando. Bueno comencé a mirar a mí alrededor y como por arte de magia casi todos los presentes abandonaron el local en estampida, por los parlantes el personal de seguridad llamaba a la calma. Yo seguía paralizada por el miedo y no me podía mover de donde estaba sentada. También pensaba.. que mala suerte la mía, después de llevar dos meses en cama por culpa de un virus, se me ocurre salir un rato y vaya que por poco no la cuento. Instintivamente buscando tranquilizarme comencé a mover mis dedos, buscando concentrarme de nuevo en el juego, subí la apuesta al máximo con la intención de que la máquina me dejara sin créditos lo mas rápido posible, al ver que se cumplió mi objetivo ya estaba mas tranquila, me dirijo al Barman le pido un refresco y le digo estas palabra, mi pana dame un refresco antes de que la vaina esta se termine de caer. El Barman me sonrió y me dió lo que le había pedido, entonces me detengo a escuchar las conversaciones entre el y el poco personal de seguridad que como yo quedaban en el local. Uno de los chicos le decía a otro, este techo es un Drywall, con un movimiento más y esto se nos viene encima. Dejé el refresco por la mitad, tome mi bolso y a pasos apresurados me fui del local, bajé por las escaleras mecánicas y observé que el estacionamiento estaba abarrotado, las colas para salir eran inmensamente largas, muchas personas estaban sentadas esperando no se que cosa, así que como no había forma de tomar un taxi me siento junto a un grupo de personas y todos hablaban de lo mismo. Como cosa curiosa casi todos ellos habían estado en el casino, cada uno tenia su historia, una señora me conto que salió corriendo, olvido su bolso y sus llaves, otro señor me comentaba que el se para de la silla y esta sale rodando y se da vueltas, otro me comentó y me hizo reír mucho que le había dado un golpe a la máquina y esta le había dado los juegos, y le da un segundo golpe y le da 25 juegos mas, que tenia en esa máquina como 500 Bs/f pero viendo que la cosa comenzaba a moverse mas fuerte, salió disparado y dejo su crédito allí. Realmente creo que tuve mucha suerte ese día.

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