miércoles, 9 de septiembre de 2009

in memorian de Tony

puppiol@hotmail.com


Esta historia transcurre en los tranquilos patios de nuestro liceo ANDRES BELLO, por allá en el año de 1964 en un pueblo grande para esa época que se llamaba Maracay.

Allí conocí a Tony, quien como yo estaba feliz de haber quedado en el primer año sección ¨A ¨ y desde el primer día de clases solíamos coincidir en la misma fila cerca de la puerta de salida. Un total de 50 jóvenes ingresaron para el comienzo del curso, quedando solo 49 cuando fuimos promovidos al segundo.

Nuestra sede funcionaba en una casona de estilo colonial, ubicada frente a la Plaza Girardot, que en los años 20 era utilizada para la guarnición de militares y luego posteriormente la adaptaron para que funcionara allí nuestra institución.

Realmente es difícil recordar la fecha exacta en que perdimos a Tony, pero eso sucedió a finales de 1964. Muchos pensaran que 3 meses no son suficientes para llegar a querer y conocer a otra persona, pero a los 12 años se es fácil hacer amigos y el y yo nos hicimos buenos amigos, hacíamos los trabajos en equipos, si el llegaba primero a clases me guardaba un puesto y yo se lo guardaba a el si sucedía lo contrario.

De Tony recuerdo con emoción su generosidad. En una ocasión no pude regresar a casa después de clases debido a un enorme temporal que caía sobre la Ciudad. Me quedé recostada en una esquina del Liceo esperando que escampara y pensando seguro en mi casa me castigan por no llegar a tiempo. No tenía paraguas, ni mucho menos dinero para tomar un taxi, pero en ese momento se apareció mi amigo Tony y esperó conmigo que la tormenta amainara y de paso me pregunto que si quería ir con el al Comedor Escolar, le dije que yo no tenia tikect y el se saco dos de su bolsillo del pantalón y me dijo no importa yo tengo dos, te invito, no me quedó otra opción que decirle si. Cada día que pasaba crecía mas mi afecto por Tony. El día que pasaron la lista y el no contesto presente pensé que seguramente estaría con lechina o sarampión, una enfermedad que estaba contagiando a muchos alumnos de nuestro Liceo. Al final de ese día nos reunió de emergencia nuestra Profesora Guía para darnos la mala noticia. Tony murió en un accidente, fue atropellado por una gandola que no logro ver al muchacho que montaba en bicicleta, todos los compañeros de curso lo fuimos a despedir con flores. A pesar de los años su recuerdo se quedo gravado para siempre en mi corazón.

Septiembre 01, 2009.

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